Hojas de papel | Mujer periodista – El Sol de México

Se los podía ver ahí y como si nada hubiera pasado. Como si fueran parte natural del espacio de trabajo. Los periodistas o redactores o redactores iban y venían, con inteligencia, con sagacidad, con valentía; siempre activo, siempre quieto y muchas veces difícil de manejar en el primer momento…

…Pero también un caramelo de cereza transformado en mujer cuando convivías con ellos y nos demostraron que toda esa fuerza y ​​esa tormenta profesional era exactamente lo que eres… Hombre y mujer lado a lado, como diría Nicolás Guillén…

Fue ese equipo editorial, el de educación radiofónica en la época de Miguel Ángel Granados Chapa, su director, a quien pisé por primera vez en mi vida. Entonces tuve la confirmación de que esa sería mi vida: las redacciones de los periódicos y su gente y sus periodistas que saben latín.

En la Universidad ya había tenido compañeros que estudiaban y soñaban con ser periodistas, grandes reporteros, grandes entrevistadores, grandes presentadores, grandes editores: así nos lo dijo Oriana Fallaci. Esto y más, todos juntos; Esto es lo que soñaron, al igual que los de su especie, los hombres allí presentes.

Y nos llevábamos bien en aquella aula donde no había distinciones de sexo, ni de edad, ni de origen, ni de vocaciones individuales: todos éramos uno solo que compartíamos aquellos maestros ilustres que intentaban poner toda su sabiduría en nuestros platos aún tiernos.

O quizás encontrar algo de esplendor en esas piedras amorfas que también éramos nosotros. De hecho, juntos y cada uno por su cuenta, estudiamos como sandías negras, trabajamos en equipo y nos tomamos el tiempo para participar en actos públicos de protesta contra la intervención yanqui en tal o cual país latinoamericano…Yankees, vuelvan a casa!”

Y cantábamos: “Cancelémoslo, cancelémoslo, la tierra es nuestra, es tuya y eso…” o el famoso “Sapo de la noche, sapo cantor, que vive soñador junto a tu laguna…”. Éramos muy felices sin quererlo… y sin saberlo. Son las más bellas de todas, y además inteligentes y firmes; Somos los más feos sobre la faz de la tierra, también inteligentes.

Es decir: éramos piedras listas, dispuestas, a ser pulidas y a encontrar nuestra vena de sabiduría, de capacidad, de inteligencia, de sagacidad… Ninguna vocación, porque ya la teníamos cuando entramos en Ciencias Políticas y decidimos Periodismo y comunicación colectiva.Por más grandilocuente que fuera nuestra esperanza…

Eran buenos compañeros. Inteligente y siempre participativo y hace preguntas en clase. Y ya en la escritura de educación radiofónica Había periodistas de tiempo completo: Verónica Rascón, Lupita Cortés, Mónica Navarro, Alicia Ibargüengoitia, Silvia Linares Sevilla… Muchas de ellas. Muchos de ellos.

…Todo con un mismo objetivo: tener las mejores noticias en la radio, a tiempo, en el momento justo, con contenidos informativos plurales y no contaminados. Este era el objetivo y trabajaron duro para lograrlo y que una vez escrito el guion informativo fuera leído al aire por Paty Kelly… María Eugenia Pulido…

Y por tanto el camino a seguir. En un largo camino y en muchas redacciones he convivido con mujeres respetables que son periodistas y que dedican su vida a informar, a buscar incluso bajo la piedra filosofal de la verdad, datos, detalles, contenidos irrefutables, duros y seguros. , el nombre y apellidos, el lugar, la hora, la fecha, cuándo, cómo, dónde, por qué, quién…

Quizás provenga de la casta de mujeres periodistas en México. Aquí se distinguieron periodistas ilustres como, por ejemplo, la propia Leona Vicario, luego esposa de Andrés Quintana Roo. En 1913 las autoridades virreinales la encarcelaron simplemente por formar parte del grupo secreto.Las Guadalupes”, esos y aquellos personajes que forjaron la independencia de México.

Ella, aún así, al salir de prisión continuó con su labor periodística en la que habría explicado los motivos de la lucha y las razones por las que México debe ser México: está su participación en “El ilustrador americano” y el “Semanario patriótico americano.”

Un día, Lucas Alamán, un intelectual mexicano conservador de principios del siglo XIX, la acusó de haberse unido a la lucha por la independencia para seguir a su amor… Al decir esto, le negó el crédito por su participación en la emancipación de México. Ella respondió:

“Todo México sabía que mi fuga se había dado de una cárcel y que no había sido por amor, sino por haberme detenido a través de un correo que había enviado a los expatriotas (…) Usted confiesa, señor Alamán. , que no sólo el amor es la razón de las acciones de las mujeres: que son capaces de cualquier entusiasmo y que los deseos de gloria y libertad para su patria no son sentimientos ajenos a ellas; Por el contrario, suelen actuar en ellos con más vigor. Son más altruistas y no parecen buscar otra recompensa que la aceptación”.

Y eso: periodistas, comunicadoras, reporteras, presentadoras, analistas, editoras, diseñadoras, correctoras, editoras, fotógrafas… Todas ellas, mujeres con grandes ojos, grandes ideas, emociones intensas, que viven el periodismo en primera persona, en su propia vida. y transferirlo a su vital minuto a minuto.

Y hay peligro. Hoy muchos de esos periodistas en México están bajo amenaza. Viven su profesión con miedo. Viven su vida periodística diaria con miedo a represalias, amenazas, venganzas, mentiras que dañan su honor, su dignidad y su transparencia… No sólo ellas: también los periodistas varones…; Pero también hacia ellos se dirige la animosidad generada por el poder político.

En México: “Más de 1.200 mujeres periodistas han recibido 1.200 agresiones en dos años. Y en los últimos 5 años han sido asesinados 5 periodistas: Norma Sarabia Garduza, de Tabasco; María Elena Ferral Hernández, Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila García Olivera, de Veracruz y María de Lourdes Maldonado López, de Baja California. Asesinado en este sexenio” (Inf. Comité para la Protección de Periodistas.)

Pero ahí están los periodistas de México, los que son responsables de su trabajo y de su vida: fuertes y firmes. Son las mujeres quienes hoy, en este país, junto con los hombres, construyen el mundo de la información, le dan forma, le dan sentido y humanismo; provocan la justicia. Son ellos y ellas quienes afrontan los altibajos. “Y en la calle, uno al lado del otro, somos mucho más que dos…”

Cualquiera que sea periodista es: la mujer doble. No soy una rosa pintada en la pared. No son melocotones en almíbar.

En esto, como en toda actividad que tiene que ver con la comunidad-con el mundo, lo único que no se perderá es la fuerza, la dignidad y la humildad. Porque el periodismo es un trabajo que merece ese encanto de servicio cumplido: “La noticia, señor.”.

Y ahí están los puntos fuertes de hoy. Las columnas dóricas de nuestro periodismo mexicano: Martha Ramos, obviamente, Fabiola Guarneros, Carmen Lira, Rocío Aznar, Claudia Solís, Denise Maerker, Denise Dresser, Ivonne Melgar, Lourdes Mendoza, Guadalupe Loaeza, Peniley Ramírez, Maricarmen Cortés, Josefina Herrera. ..

Honor para todos ellos en este 8 de marzo que ya pasó y que fue el Día Internacional de la Mujer. Honor para ellos siempre. Y respeto. Y admiración. ¿Conoces a alguna mujer que sea periodista y sea silenciosa, sumisa, humilde y sin decir palabra? No hay.

…Y obviamente también honor para nuestra querida Cristina Pacheco (que hoy está con José Emilio, en el paraíso de los periodistas-escritores)… como nuestra inolvidable María Luisa Mendoza”,china mendoza” (“China, dulce amor de mi alma…”)…

…Y muchos, muchos otros que hacen del periodismo mexicano esa fortaleza de la verdad que resiste cada ataque y cada amenaza en tiempos de turbulencias y relámpagos; en tiempos de toda burla, amenaza y desprecio desde las alturas del poder y sin gloria. En tiempos de mostrar los propios números de teléfono, ponerlos en riesgo en nombre de la dignidad personal.

Pero no importa. Soy periodismo. Ellos y muchos otros en toda la República, en cada Estado del país, en cada Municipio… Están y están ahí, en las redacciones o con el cuaderno en la mano, con la pluma que no sabe fallar y con Zapatos gastados de tanto caminar.

«Unidos en la lucha, no se dejarán mover; unidos en la lucha, no los moverán; como un árbol que está junto al río, no los moverán.”