Icono del cine nacional y bella eternamente

Sasha no sólo era bella, también tenía un carácter fuerte que siempre la caracterizó. Si bien su camino fue por el cine de ficheras, nunca le gustó que le dijeran que era el sueño erótico de nadie. “Suena muy feo, mejor el sueño inalcanzable en todo caso, es una imagen ahí en la pantalla, accesible nunca fui ni seré”, le puntualizó a Gustavo Adolfo Infante en una entrevista.

Bellas de noche, al lado de Jorge Rivero y Carmen Salinas, fue la primera película en la que le pidieron a la actriz que se quitara la ropa, pero  ella no quería ni retirarse la ropa ni hacer la película, aunque el productor, Guillermo Calderón, la convenció.

Me dijo que no me preocupara porque me iban a doblar el cuerpo en la cinta y empezaron a traer señoritas que podían hacer el desnudo, yo veía los cuerpos porque iba a ser mi cuerpo, pues no encontraron a nadie, entonces ahí tuvimos una pequeña discusión al respecto y dije que yo hacía la película porque esos cuerpos a mí no me doblaban, eran demasiado exuberantes”, compartió la actriz.

Para ese tiempo rondaba los 30 años, lo que estaba haciendo era un trabajo, nada más. “Nunca imaginé que afectara tanto a una sociedad el hecho de que hagas una película con un desnudo de 30 segundos.

También daba actuaciones ante multitudes.

La gente confunde muchas cosas y es tan fácil como confundir los papeles que un actor interpreta, entonces si haces una película en los 70 con un desnudo, la gente te confunde y cree que efectivamente eres una mujer fácil, una golfa”, dijo.

De acuerdo con el libro El cine de ficheras: un orden simbólico en espera de análisis, de Jesús Alberto Cabañas Osorio, investigador de la Universidad Iberoamericana, en la década de los 70 es cuando el cine nacional, por el contexto social y político de la época, se diversifica y prolifera.

Por un lado se desarrolló el cine de enmascarados contra los monstruos de utilería, un cine de horror, y por otro, melodramas rancheros y un cine esotérico, del mismo modo que comienza un cine de narcos y por supuesto, el de las ficheras, conocido como cine de bajo presupuesto o sexicomedia

En la segunda mitad de la década de 1970 se producen alrededor de 80 películas por año. Bellas de noche se exhibirá en 34 salas del país; los productores hablan de ganancias millonarias, se comentaba que la cinta había dejado 400 millones de pesos a sus realizadores”, explica el autor.

 

Con los conductores Chucho Salinas y Héctor Lechuga.

CINE DE FICHERAS

Bajo ese contexto, no es de extrañarse que Sasha se convirtiera en uno de los rostros más reconocidos de este tipo de cine filmando más de 70 películas. Y si bien no todas fueron de este género, sí la mayoría de su obra.

Cuando los productores de la iniciativa privada dijeron: ‘ya nos mandaron a la fregada, ya no tenemos el apoyo del Estado, pues ni modo, tenemos que rascarnos con nuestras propias uñas y vamos a tratar de hacer lo que sabemos hacer’, un cine de muy bajo presupuesto, repetir las fórmulas de siempre y que les pareció lo más fácil.

Y hay que considerar que en esa época ya empezaba a crecer mucho, que siempre ha existido desde los años 30, el ambiente del espectáculo en México, del burlesque, los desnudos de los espectáculos femeninos. Retomaron no solamente eso, sino además el cine porno que se estaba poniendo de moda en el mundo y el softporno, y al mismo tiempo las películas que les funcionaron más como las de rumberas, pecadoras y cabareteras, y hacen una mezcla de eso y el resultado fue Bellas de noche. Jamás se imaginaron el impacto que esa película iba a tener”, explicó Rafael Aviña, crítico de cine, en entrevista con Excélsior.

Aviña también señala que particularmente esta cinta reúne varios factores importantes como lo son la participación de Jorge Rivero, que era el galán de moda, y de Carmen Salinas, la eterna Corcholata.

Además ahí aparecen una serie de personajes que aunque ya tenían un poquito de juego en el cine en realidad hasta ese momento es cuando se lucen como Víctor Manuel Güero Castro, Lalo el Mimo, Alberto Rojas El caballo, Rafa Inclán, Chatanuga, como que catapulta todo esto que estaba en el aire y la película fue algo impactante que se mantuvo más de 26 semanas en cartelera.

Eso hizo que se hiciera la continuación y Sasha Montenegro terminó siendo algo así como el mito sensual liberador de ese cine, fue como la oficiante de un tipo de cine que, a diferencia del cine echeverrista o a diferencia de las películas comerciales como Sobrevivientes de los Andes, aparece este cine completamente antisolemne, escapista, irreverente, pero sobre todo muy popular porque aquellos que no podían ir a ver el burlesque a los teatros especiales, podían verlo en estas películas que además aprovecharon que la censura dio apertura para que hubiera albures, dobles sentidos, desnudos… todo eso terminó por catapultar a Sasha Montenegro”, señaló Aviña.

Cintas como Oye Salomé, Noches de cabaret, Las cariñosas, Pedro Navaja, El sexo me da risa, La pulquería 1 y 2 fueron sólo algunas de las cintas que la consagraron en el género al lado de nombres como Andrés García, Alfonso Zayas y Rafael Inclán… a pesar de que no le gustaban.

Es mal acostumbrarse a algo. Yo no estoy muy de acuerdo con ellas, a pesar de que me dieron el éxito y me dieron la fama. Las sigo haciendo porque es mi negocio. Ahora, sigo haciendo esto porque no ha habido otro tipo de cine. Durante estos seis años el tipo de espectáculo que se ha hecho es éste.

Realmente, es el público el que ha decidido el tipo de espectáculo que ha querido. Y lógicamente los productores que no son negociantes, que no son gente que esté viendo por la cultura de un país, pues le siguen el juego a este fenómeno junto con el público. Se vuelve un círculo vicioso: público que pide y productor que da… Claro hace cinco o seis años esto me hubiera parecido muy divertido y me dio dinero y fama y mil cosas, pero llega un momento en el que… ya no quiero hacer más esto”, compartió Montenegro en una entrevista con Ricardo Rocha en 1982. 

Pero no sólo la pantalla era su espacio natural, Sasha Montenegro también fue de esas primeras mujeres que se lanzaron a hacer espectáculos en solitario, principalmente en palenques en donde no le iba mal, pero tenía que enfrentar los prejuicios y el estigma que la había colocado el cine.

Al término del show sacábamos a bailar a algunas personas y en una ocasión estaba bailando con un señor que se la pasó diciéndome que me esperaba en la salida y que cuánto cobraba. Tuve que parar el espectáculo y decirle al público lo que estaba sucediendo y que pagar un boleto para el show no le daba ningún derecho de insultar a las personas que estábamos trabajando”, dijo la actriz en esa entrevista de 2020.

Si bien el cine de ficheras hizo que las mujeres de esa época cargaran con un estigma social, Aviña explica que en su momento, su trabajo y sus personajes no fueron entendidos, a la distancia podrían considerarse figuras de empoderamiento.

Creo que Sasha Montenegro en su momento no fue vista como algo así, pero, si se ve su obra cinematográfica a la distancia desde la perspectiva actual, sí definitivamente resulta que había un empoderamiento femenino con sus personajes, porque incluso muchos de sus papeles eran así.

En las mismas Bellas de noche ella es una chica que se ve obligada a meterse al cabaret porque su mamá está enferma, porque no tiene estudios, pero ella se mantiene pura, pero en otras como en Blancanieves y sus siete amantes o La golfa del barrio, en donde todo el tiempo aparece desnuda, en esas dos películas es un personaje que trae babeando a todos los hombres y que además ella hace lo que quiere y los manipula como ella quiere, entonces sí hay una parte de mucho empoderamiento en muchos de sus personajes”, agregó el crítico quien puntualizó que en su momento Montenegro no tuvo este señalamiento por el estigma machista y misógino de la época, además de su relación con José López Portillo.

SU HISTORIA CON JOSÉ LÓPEZ PORTILLO

El mayor escándalo en el que estuvo involucrada fue su relación con José López Portillo, expresidente de México, cuando éste aún estaba casado con Carmen Romano, la madre de sus tres primeros hijos.

La actriz afirmó a En compañía de…, con Gustavo Adolfo Infante, que sólo se casó una vez y fue con el expresidente mexicano.

Yo siempre he vivido sola hasta que me casé. Tuve un matrimonio. Se ha dicho, se han especulado cosas por ahí que no son ciertas. Yo nada más me he casado una vez. Tengo nada más dos hijos y no pienso volver a casarme nunca más. Accesible nunca fui, ni seré”, declaró, y relató cómo conoció al expresidente, quien fuera su único esposo.

Nos encontramos en España. En ese momento estaba yo con una gira de teatro. Había montado una comedia musical muy grande, Nunca en domingo. Éramos 52 elementos y paramos en Semana Santa. Decidí irme a Sevilla una semana y me fui sola. No era la primera vez que yo haya viajado sola a Europa.

Estaba en las calles de Sevilla y estaban estas procesiones que hacen. De pronto, oigo que me dicen: ‘Sasha’. Volteo y lo veo al señor. Me dice: ‘¿qué hace usted aquí’. Y yo le dije: ‘no, ¿qué hace usted, señor, aquí?’. Esto fue en el año 1984”, relató.

Ahí comenzaron a salir. López Portillo la invitó a comer unas tapas españolas.

Yo no creo que eso haya sido amor a primera vista. El señor era impactante. Vamos a olvidarnos de lo guapo. Guapo, a lo mejor Jorge Rivero es guapo, pero él (López Portillo) era un señorón con mucha presencia, con una gran personalidad y, obviamente, con una gran cultura. Era un hombre encantador”.

Cuando terminó la gira teatral, lo volvió a ver en Roma: “Era una persona interesante que tenía mucho que decir. Yo creo que esto se fue dando”.

 

Con Rafael Inclán y El Loco Valdés en La Pulquería.

LA BODA

Sasha Montenegro y José López Portillo se casaron por la iglesia en junio de 2000, pero antes vivieron una boda secreta por el civil.

Me casé por el civil con él, primero, en 1991. Eso se hizo muy calladamente. Luego ya, cuando esto de la boda religiosa, empezaron los problemas y yo ya estaba harta. Él cumplía 80 años ese día que nos casamos (por la iglesia). Fue… olvidarnos de las
especulaciones de la gente: que si casado, que si no casado, que si era amante, que no sé qué. Entonces decidimos hacer esta boda religiosa que fue muy emotiva. Yo estaba casada civilmente.

En el momento en que nos está casando el padre y que dice ‘en salud y en enfermedad’, nos teníamos agarrados de la mano Pepe y yo y entonces viene mi hijo y pone su manita arriba de la nuestra y luego viene mi hija. Entonces, es un matrimonio de cuatro. Fue muy bonito”, relató.

Sasha Montenegro y José López Portillo tuvieron dos hijos: Nabila, nacida en 1985, y Alejandro López Portillo Aćimović, nacido en 1990.

“NO ME DEJÓ NADA”

Para Montenegro, aunque hubo otros novios en su juventud, José López Portillo representó su máxima experiencia en pareja.

La actriz consideró que era un hombre que “estuvo rodeado de gente que no lo favoreció y que tampoco lo quiso”.

Donde hay intereses, los seres humanos quedan a un lado. Tuvimos la desgracia que se enfermara en 1995, cuando le da el infarto cerebral. Esto lo debilita mucho y empieza ahí una lucha de intereses de todo lo que lo rodeaba. Yo nunca vi, nunca supe cuáles eran sus bienes. Nunca estuve enterada. Hasta la fecha (en 2013) tampoco sé. No me dejó nada. No nos dejó nada. Lo que sí nos dejó fue una cantidad de problemas y juicios terribles”, afirmó.

Sin embargo, la actriz sí recibió una pensión, la que se le otorgaba a los expresidentes de la República Mexicana, tras su mandato. Así que, luego del fallecimiento de López Portillo en 2004, recibió alrededor de un millón 680 mil 736 pesos anuales, durante 17 años.

LA COLINA DEL PERRO: “UNA PORQUERÍA”

La actriz afirmó que la propiedad conocida como la Colina del Perro, un terreno en Cuajimalpa de alrededor de diez mil metros cuadrados con cuatro mansiones y una biblioteca, fue una donación que le dio el expresidente López Portillo, misma que ella tuvo que remodelar.

Sin embargo, antes de que él conociera a Sasha, su plan era que cada mansión se le destinara a los hijos que tenía con Carmen Romano: José Ramón, Carmen Beatriz y Paulina.

La situación cambió cuando el político tuvo dos hijos con Sasha, cuando aún estaba casado. Es así que se divorció de Romano, se casó con Montenegro y se mudaron a la propiedad en cuestión. Vivieron ahí por poco tiempo, alrededor de siete años, pero la salud del exmandatario se deterioró y comenzaron los problemas.

Carmen Romano murió en el 2000 y sus hijos acusaron a Sasha de golpear y maltratar al expresidente.

López Portillo publicó entonces una carta abierta al público en la que dijo que la acusación de sus hijos era un “escándalo de proporciones nacionales… soy un viejo enamorado”, dijo acerca de esta acusación a su esposa al programa Séptimo Día.

Se inició un proceso de divorcio contra la actriz que no prosperó, por lo que Montenegro mantuvo tal estatus de esposa legítima hasta la muerte del exmandatario, el 17 de febrero de 2004, quien falleció a los 83 años.

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Al final, tras la disputa por la Colina del Perro, ésta se dividió entre los hijos del político mexicano.

Sasha Montenegro relató ante las cámaras lo ocurrido con toda esta situación y la propiedad.

Ese juicio de divorcio que me pusieron fue para quitarme la casa que él me había dado en donación, la que se conoce como la Colina del Perro. Era una casa que era una verdadera porquería. Ésa es la realidad. Era un cascarón enorme… que yo llegué a arreglar.”

Luego de 2013, se vendió a un fideicomiso bancario y se construyó ahí una torre de departamentos.

Con información de Andrés Becerril y Lucero Calderón

cva