La economía de México consiguió evitar una recesión técnica al experimentar un aumento del 0.2% en el Producto Interno Bruto (PIB) durante el primer trimestre de 2025, de acuerdo con las cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este leve incremento se debe en gran parte al auge en las actividades primarias, tales como la agricultura y la pesca, que registraron un incremento del 7.8% en comparación con el trimestre previo.
En cambio, los sectores secundarios, que abarcan la producción industrial y la manufactura, mostraron una leve caída del 0.1%, lo que representa su segundo trimestre seguido de descenso. Las actividades terciarias, vinculadas a los servicios, también se redujeron un 0.1%, presentando su primer bajón desde 2021.
A nivel anual, el crecimiento del PIB fue del 0.6% comparado con el mismo intervalo de 2024. No obstante, especialistas consideran este incremento como insuficiente y señalan el riesgo de una desaceleración prolongada si no se adoptan acciones estructurales o incentivos económicos significativos.
El entorno económico global también presenta desafíos. Las políticas arancelarias proteccionistas del gobierno de Estados Unidos han generado incertidumbre en las relaciones comerciales, afectando negativamente la inversión y el consumo en México. Además, la desaceleración económica de Estados Unidos y la reducción del gasto público en México agravan el panorama.
En reacción a la ralentización de la economía, el Banco de México disminuyó su tipo de interés en 50 puntos base, situándola en 8.5%. Esta acción pretende impulsar la economía, aunque ciertos expertos señalan que podría comprometer la confianza en el banco central si se privilegia el crecimiento económico por encima del manejo de la inflación.
La inflación en México repuntó en mayo, alcanzando un 4.22% anual, superando las expectativas del mercado y saliendo del rango objetivo del Banco de México. Este incremento se atribuye principalmente al alza en alimentos como el pollo, la papaya y el jitomate.
A pesar de los retos presentes, la administración mexicana sostiene proyecciones de aumento del PIB entre 1.5% y 2.3% hacia 2025, apoyadas por programas como el «Plan México», que intentan impulsar la inversión y revitalizar la economía del país. No obstante, entidades internacionales como el Fondo Monetario Internacional han reducido sus proyecciones de crecimiento para México, mencionando los impactos de las tarifas fijadas por Estados Unidos y la desaceleración económica en el último trimestre de 2024.