La unidad especializada en la cadena de suministro de una destacada corporación logística global ha informado avances notables en su estrategia de sostenibilidad, responsabilidad social y eficiencia operativa en América Latina. Las medidas adoptadas a lo largo de 2023 demuestran un compromiso por cambiar la logística tradicional hacia un modelo más sostenible, inclusivo y tecnológicamente avanzado.
Uno de los logros más destacados es la neutralidad de carbono alcanzada en el 90% de los centros de distribución de la compañía en la región. Esta cifra representa un importante hito en el objetivo trazado para 2025: operar el 100% de estas instalaciones sin emisiones netas. En países como México y Brasil, algunas plantas ya cuentan con certificaciones internacionales como LEED Platinum y Edge, que avalan altos estándares de eficiencia energética y sostenibilidad estructural.
La transición hacia energías renovables también ha cobrado fuerza en los últimos dos años. En México, la capacidad de generación solar se multiplicó casi nueve veces, pasando de 499 kilovatios en 2021 a 4.856 kilovatios en 2023. Gracias a este crecimiento, el 7,1% de la energía utilizada por la empresa en ese país proviene actualmente de fuentes fotovoltaicas. En Brasil, la instalación de cinco mil metros cuadrados de paneles solares confirma la extensión regional de esta política energética.
Al mismo tiempo, la actualización de la flota de transporte ha tenido un efecto directo en la disminución de emisiones. Hoy en día, están en operación 135 vehículos eléctricos e híbridos en varios países de la región, junto con camiones de gas y otras unidades innovadoras. En Colombia, por ejemplo, se han añadido recientemente tráileres con doble remolque que pueden llevar más carga con menos viajes, consiguiendo una disminución de hasta el 50% en las emisiones de dióxido de carbono por kilómetro. Además, en áreas urbanas se han adoptado soluciones de entrega alternativas como bicicletas, pequeños vehículos eléctricos y unidades con control de temperatura múltiple.
La inversión en innovación se refleja igualmente en el uso de tecnologías que mejoran la logística. Un sistema de supervisión instantánea permite observar las rutas y realizar cambios rápidos para aumentar la eficiencia. De la misma manera, se han implementado herramientas de big data e inteligencia artificial para manejar inventarios, disminuir los tiempos de entrega y reducir el consumo de energía en las actividades.
Otra estrategia importante es la adopción de políticas de economía circular. Tanto en México como en Brasil, se han incorporado sistemas de empaques reutilizables y se fomenta el reciclaje activo de materiales, como el cartón usado que se reutiliza en nuevos embalajes. Estas acciones no solo disminuyen el impacto ambiental, sino que también generan ahorros en operaciones.
En el plano social, la empresa ha movilizado a más de 9.000 voluntarios en iniciativas comunitarias que sumaron más de 37.000 horas de servicio en 2023. Programas como “Mi Primer Empleo” en México, orientado a jóvenes en situación de vulnerabilidad, y “Mujeres en la Carretera” en Brasil, destinado a fomentar la inclusión femenina en el transporte de carga, son ejemplos del enfoque en diversidad e igualdad de oportunidades. Además, se han ampliado los programas de contratación para personas con discapacidad y para la comunidad LGBTQ+.
En materia de gobernanza, la compañía ha reforzado sus sistemas de control ético y cumplimiento normativo, con énfasis en ciberseguridad, derechos humanos y evaluación responsable de proveedores. Este componente busca garantizar no solo el cumplimiento legal, sino también una conducta empresarial íntegra y coherente con los valores de sostenibilidad.
El plan estratégico de la compañía se apoya también en un desembolso anunciado de 500 millones de euros hasta 2028 en América Latina. Los fondos estarán destinados a expandir la infraestructura logística, adquirir vehículos con tecnologías ecológicas y fortalecer centros de excelencia operativa en naciones como México, Brasil, Colombia y Argentina.
A través de esta estrategia, la empresa no solo consolida su liderazgo en el ámbito logístico regional, sino que también se establece como un modelo en prácticas empresariales responsables. En un entorno donde la sostenibilidad y la innovación son esenciales para mantenerse competitivo, el modelo adoptado en América Latina proporciona un ejemplo evidente de cómo el sector privado puede participar activamente en el progreso económico y social del continente.