Hay cuatro opciones: El Sol de México

YO ESPERO

En la reciente asamblea plenaria de obispos mexicanos estuvieron presentes, en distintos momentos, los tres candidatos a la presidencia de la República, con el mismo protocolo. Cada uno nos presentó, con sus propias características, tanto su propia visión de la realidad como sus propias propuestas para mejorar en el ámbito económico, legislativo, político, social, educativo, judicial, ecológico, etc. Pudimos apreciar sus cualidades y su voluntad de continuar estos diálogos, si son elegidos para ese servicio.

Se hicieron preguntas sobre la libertad religiosa, el modelo educativo actual, el problema del agua, el fenómeno migratorio, la desaparición de personas, la deforestación excesiva e ilegal de la madera, que abunda en varias partes, sin que las autoridades hicieran lo que debía evitarlo. A los tres se les preguntó cómo evitar la inseguridad, la violencia y el dominio del crimen organizado, que invade el país y que el gobierno no controla. Cada uno respondió según su propio punto de vista. Podemos estar de acuerdo o no, pero nos escuchamos con respeto.

También se les preguntó cuál era su actitud hacia el aborto. Alguien respondió que su creencia personal está en contra de este procedimiento, pero que, de ser elegido, tendrá que jurar respetar la Constitución y las leyes que de ella emanan, y en este caso la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya legisló en favor del mismo. Dijo que no lo promoverá, pero ofrecerá la máxima ayuda a las mujeres en esta situación, para que el aborto no sea su única opción.

A alguien más le preguntaron por qué apoya la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo, ya que es un ataque a su normal crecimiento y desarrollo. Su respuesta fue que conoce algunas de esas parejas que viven mejor que otras heterosexuales y que no debería haber discriminación.

Hay tres opciones sobre las que debemos votar. Cada uno debe elegir libremente y con conocimiento de causa; Esperemos que no sea por intereses económicos, sino sólo por el apoyo social que recibe. No debemos utilizar nuestra autoridad pastoral para presionar a votar a favor o en contra de alguien, pero no debemos permanecer indiferentes ante el momento actual.

Hay una cuarta opción: la indiferencia, la apatía, el desinterés, no votar, por motivos de conciencia o porque hay desconfianza en los procesos electorales. Se respeta cuando esto sucede por convicción; pero es moralmente inaceptable que a alguien no le importe el presente y el futuro del país. ¡Esto es falta de amor por los demás! ¡Y luego no te quejes! El bien de la comunidad nacional depende de nuestro voto.

DISCERNIR

Los obispos, en nuestro mensaje al final de la asamblea, entre otras cosas, dicen:

“No tenemos ninguna duda de que estamos viviendo un momento crucial. Por eso, nuestro amor por México nos impulsa a invitar a todos los mexicanos mayores de 18 años a participar responsablemente votando el próximo 2 de junio. Unámonos para construir un México unido, seguro, libre y próspero. Hagamos oír y respetar nuestro voto razonado y responsable. ¡Participar en la votación es una misión que nos pertenece a todos!”

ACTO

Sintamos responsables de nuestro país. Una forma de hacerlo es votar libre y en conciencia, intentando conocer la vida de los candidatos a los distintos cargos. Valoramos su experiencia, su capacidad, su libertad, su historia de servicio a la comunidad, no dejándonos impresionar sólo por la propaganda y el apoyo económico que algunos reciben. Intensifiquemos nuestras oraciones por el país.